ALIMENTOS TRANSGÉNICOS

Descubre qué son los alimentos transgénicos y por qué estos productos son sometidos a modificaciones en ingeniería genética

Los llamados alimentos transgénicos, son alimentos sometidos a Ingeniería Genética, es decir, cultivos modificados genéticamente. Estos alimentos se obtienen a partir de organismos a los que se les añaden genes provenientes de otros organismos, con el fin de transformar sus características.
Desde la antigüedad el ser humano ha intentado manipular la genética de los cultivos, pero la primera planta transgénica fue creada en el año 1983.
En 1994 se aprobó la comercialización de los alimentos modificados genéticamente.
Según datos del año 2007, estos productos se cultivan en 23 países del mundo, de los cuales 12 son países en vías de desarrollo.
Algunos ejemplos de alimentos que han sido sometidos a modificaciones en Ingeniería Genética, son el maíz, la cebada, el algodón y la soja.
Con este método se pretende mejorar la productividad de los alimentos, mediante diversos cambios que se realizan al cultivo, como por ejemplo la resistencia mejorada a determinadas plagas y herbicidas, o la prolongación del tiempo de duración del producto.
En varios países del mundo han surgido grupos opuestos al desarrollo de alimentos transgénicos, conformados principalmente por ecologistas, asociaciones de derechos del consumidor y algunos científicos y políticos, quienes han expresado sus preocupaciones con respecto a la seguridad alimentaria, impactos ambientales, cambios culturales y/o desajustes económicos.
Aún existen algunas dudas con respecto al consumo humano de estos productos, relacionadas con la posible aparición de alergias, cambios en el perfil nutricional y problemas de resistencias a antibióticos, entre otros posibles efectos que aún no se han comprobado.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), afirma que, "hasta la fecha, los países en los que se han introducido cultivos transgénicos en los campos, no han observado daños notables para la salud o el medio ambiente. Además, los granjeros usan menos pesticidas o pesticidas menos tóxicos, reduciendo así la contaminación de los suministros de agua y los daños sobre la salud de los trabajadores, permitiendo también la vuelta a los campos de los insectos benéficos. Algunas de las preocupaciones relacionadas con el flujo de genes y la resistencia de plagas, se han abordado gracias a nuevas técnicas de Ingeniería Genética. Sin embargo, que no se hayan observado efectos negativos no significa que no puedan suceder. Los científicos piden una prudente valoración caso a caso de cada producto o proceso antes de su difusión, para afrontar las preocupaciones legítimas de seguridad".

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