martes, 8 de noviembre de 2011

OBSESIÓN POR COMPRAR

Compradores compulsivos: adicción por comprar

Para los consumidores compulsivos, "ir de shopping" es una adicción. Son víctimas de irrefrenables impulsos que los llevan a gastar más de la cuenta, y en muchos casos comprando objetos que no necesitan realmente, que luego no utilizarán o que no se ajustan a sus posibilidades económicas. En Estados Unidos son llamados "shopaholics", y un gran porcentaje de la población de este país está compuesto por personas afectadas por este trastorno.
El comprador compulsivo se siente alegre y animado cuando asiste a un centro comercial; vive la experiencia de intercambiar mercaderías por dinero como una aventura, y compensa frustraciones, carencias afectivas y problemas personales comprando y comprando aquí y allá. Pasada la emoción del momento y una vez que se percata de la cantidad de dinero gastado (en muchos casos mal gastado), comienzan los sentimientos de culpa y arrepentimiento, y aparecen los problemas familiares, financieros y hasta legales como consecuencia de su comportamiento, que suele ser reincidente, ya que se trata de un trastorno de la personalidad que se manifiesta de manera crónica y repetitiva.
Los expertos opinan que el trastorno tiene sus bases en una carencia interior, relacionada con la necesidad de reafirmar la imagen propia o el concepto de sí mismo, y vinculada a la creencia inconsciente de que el dinero otorga cierto prestigio, o que el hecho de adquirir bienes materiales podría dar una mayor importancia al individuo dentro de la sociedad (concepto que en muchos casos es fomentado por los medios de comunicación masivos, que intentan promover el permanente consumo de productos y servicios). Este problema también está vinculado a una baja capacidad para el manejo de los propios impulsos. En efecto, esta conducta que consiste en consumir de manera excesiva, generalmente se da en personas ansiosas, impulsivas, perfeccionistas, detallistas y con baja autoestima. Suele afectar más a las mujeres que a los hombres, y más directamente a mujeres en edad adulta, las que por lo general tienen especial debilidad por comprar artículos relacionados con la apariencia física, como ropa, zapatos, joyas y productos cosméticos. También es frecuente en jugadores y bebedores compulsivos y en personas con trastornos alimenticios.
Para las personas afectadas resulta muy difícil enfrentar y superar el problema, ya que en la sociedad moderna las tentaciones son cada vez mayores (enormes vidrieras repletas de productos de toda clase y procedentes de todas partes del mundo, agresivas campañas publicitarias callejeras y televisivas, la posibilidad de adquirir los productos desde la comodidad del hogar a través de Internet o el teléfono, etc.). Estas tentaciones son mucho más difíciles de resistir para los compradores compulsivos que para el resto de los consumidores, sobre todo porque existen patrones sociales que contribuyen a agravar la situación, que van desde demostrar el cariño por medio de un regalo, hasta asociar el éxito con la posesión de tarjetas de crédito, la posibilidad de viajar o realizarse una operación quirúrgica en favor de la estética.

Algunas señales

Si sentimos que tenemos problemas con las compras, o algún indicio de este trastorno, es importante consultar a un especialista para que nos ayude a superarlo o prevenirlo.
Aquí van algunos ejemplos que pueden ayudarnos a descubrir si existen señales en nuestro comportamiento:

  • Sentimientos de culpa por haber comprado o gastado más de lo previsto, o por haber adquirido objetos innecesarios.
  • Haber intentado alguna vez dejar de comprar, y no haber sido capaz.
  • Recurrir a préstamos o créditos para ir de compras.
  • Ocultar o engañar a los demás respecto del precio de una compra, para evitar una reprobación familiar.

4 comentarios:

  1. Buena entrada, como siempre, Soledad.
    Efectivamente existen adicciones díficiles de reconocer para uno mismo y para el entorno y que sin embargo están ahí y hacen mucho daño.
    El mundo actual, donde el dinero, la posición y la imagen ocupan una importante posición, conlleva nuevas enfermedades.
    Gracias por ilustrarnos.
    Buenos consejos finales.
    Un beso grande.

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  2. 7 Letras:
    Como dices, el mundo actual en su constante transformación, de cierta manera nos va transformando también, y aunque generalmente no nos damos cuenta, creo que siempre estamos un poco expuestos, ya sea frente a una vidriera, frente al televisor o el PC, frente a la necesidad de obtener más poder o más dinero, frente a nuestras propias debilidades o las exigencias del entorno. Y creo que está en nosotros aprender a manejar estos peligros, aunque muchas veces no resulta fácil y ahí es cuando debemos pedir ayuda.
    Gracias por acercarte una vez más y por compartir tu opinión.
    Un abrazo muy fuerte.

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  3. Una buena entrada soledad.Desgraciadamente vivimos en una sociedad donde se fomenta el consumo masivo y,para este tipo de personas es realmente tentador.Una buena terapia psicológica suele ayudar bastante.
    Besos y gracias por tus palabras en mi blog.
    Morgana.

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  4. Morgana:
    Sí, lamentablemente estos son algunos de los efectos de las enormes presiones que pesan sobre nuestra sociedad, favoreciendo la comercialización de todo tipo de productos y servicios, y perjudicando nuestra estabilidad emocional.
    Gracias por tu visita y comentario.
    Que tengas un buen comienzo de semana.
    Besos.

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